POLICIA NACIONAL DE HONDURAS

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Cinco jóvenes policías recién graduados localizan con vida a una abuelita extraviada tras intensa búsqueda en zona boscosa de la capital

La valiente iniciativa de estos nuevos agentes refleja su vocación de servicio, compromiso con la comunidad y profundo sentido humano

Tegucigalpa, 26 de abril de 2025. — Apenas habían transcurrido dos días desde que cinco jóvenes policías egresaron con orgullo del Instituto Técnico Policial de Comayagua, cuando la vida les presentó una oportunidad para honrar su juramento de proteger y servir, lo hicieron de la manera más noble: salvando una vida.

La historia comenzó con una llamada de auxilio recibida a través del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, que alertaba sobre la desaparición de una persona de la tercera edad en los alrededores de Las Hamacas, en la populosa colonia Nueva Suyapa. La mujer, identificada como Bertha Ponce Salgado, una abuelita de 70 años de edad, había sido reportada como desaparecida por sus familiares hacía ya tres días, desatando una creciente preocupación en la comunidad.

Al conocer la situación, estos cinco valientes agentes, recién asignados a la Unidad Metropolitana de Prevención #4 (UMEP-4), tomaron la decisión de organizarse de forma voluntaria y lanzarse a la búsqueda, demostrando desde ya la esencia de su vocación y su compromiso con la vida de los hondureños.

Durante largas horas de caminata, bajo el inclemente sol y sorteando caminos empinados, maleza espesa y terreno accidentado en la zona montañosa de La Montañita, los jóvenes no se dieron por vencidos. Impulsados por la esperanza de encontrar con vida a la señora, recorrieron senderos solitarios, escudriñaron quebradas y zonas boscosas, animándose unos a otros a no desistir.

Finalmente, cuando la tarde caía y la fatiga amenazaba con hacerlos detenerse, uno de los agentes divisó una silueta entre la maleza. Se trataba de doña Bertha, quien yacía débil, desorientada y con visibles golpes en su rostro y rodillas, pero aferrada a la vida.

De inmediato procedieron a brindarle auxilio, abrigándola y suministrándole agua mientras coordinaban asistencia médica a través del sistema de emergencias. Minutos después, una ambulancia del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, identificada con el código A-56, arribó al sitio para brindarle atención prehospitalaria y trasladarla a la sala de emergencias del Hospital Escuela, donde recibe tratamiento especializado.

Este acto no solo representa una hazaña de valor y entrega, sino también una muestra del espíritu solidario y humano que caracteriza a los nuevos miembros de la Policía Nacional. A pesar de su corta experiencia en las filas, han demostrado que el uniforme se lleva con honor, pero la vocación se lleva en el corazón.

La institución policial felicita y reconoce públicamente a estos cinco jóvenes, cuyo nombre quedará grabado en la memoria de una familia agradecida y de una comunidad que hoy recupera la fe en su Policía. Este noble gesto reafirma el compromiso de la Policía Nacional con la protección de la vida, la seguridad ciudadana y el servicio incondicional al pueblo hondureño.

Policía Nacional de Honduras:“Proteger y Servir” es más que un lema, es nuestra razón de ser.