POLICIA NACIONAL DE HONDURAS

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Policía Fronteriza detiene a comerciante en Valle por meter gaseosas del extranjero sin permiso y llevar una sustancia extraña entre la carga

Contrabando encubierto bajo fachada

  • Un hombre de 58 años fue detenido en El Amatillo al intentar ingresar al país Coca-Cola con registro salvadoreño sin papeles
  • La unidad K-9 detectó una sustancia blanca oculta y se investiga posible uso del comercio como fachada para transportar droga

El Amatillo, Valle. Lunes 16 de junio de 2025 | Lo que parecía una revisión vehicular más en la frontera terminó revelando un intento de contrabando con graves implicaciones para la Hacienda Pública y posibles vínculos con el transporte de drogas.

Todo comenzó en horas de la mañana en el Punto de Control Fronterizo Integrado de El Amatillo, donde funcionarios de la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF), en coordinación con el Grupo de Operaciones Especiales Tácticas (GOET), realizaban inspecciones preventivas como parte de los operativos permanentes para detectar ilícitos y resguardar los intereses del Estado.

Fue durante esta labor que un vehículo tipo pick-up, marca Nissan Frontier color gris y con placas nacionales, intentó ingresar a territorio hondureño procedente de El Salvador.

El conductor se identificó como un ciudadano hondureño de 58 años, de profesión comerciante, originario y residente en el sector de Desvío El Tránsito, Nacaome, Valle.

En la primera revisión, los agentes notaron una discrepancia evidente: el peso del vehículo no coincidía con la carga declarada por el conductor, quien alegó transportar “mercancía para uso personal sin valor comercial”.

Sin embargo, al levantar la lona del pick-up, se descubrió una carga mucho mayor a lo decomisado: 62 paquetes de bebidas gaseosas marca Coca-Cola, con registro fiscal salvadoreño, sumando un total de 744 botellas con un valor aproximado de 4,464 lempiras.

Aunque el producto se comercializa legalmente en el país, introducirlo sin permisos sanitarios ni documentos aduanales constituye contrabando, al evadir tributos fiscales y normativas de salud pública.

Las bebidas extranjeras sin control pueden ingresar al mercado nacional sin garantías sanitarias, afectando no solo la economía formal, sino también la seguridad del consumidor.

El caso tomó un giro aún más delicado cuando uno de los agentes del GOET notó que algunas cajas presentaban etiquetas alteradas y signos de manipulación.

Ante esto, se solicitó el apoyo de la unidad K-9 antidrogas, que reaccionó positivamente ante una sección específica del cargamento.

Entre dos cajas, los policías encontraron un paquete pequeño, envuelto en cinta.

A simple vista parecía papel sucio, pero al abrirlo hallaron una sustancia blanquecina en polvo, presumiblemente droga.

Uno de los agentes expresó:

“Esto no es azúcar”.

Aunque la cantidad era reducida y no representaba volumen de tráfico a gran escala, la naturaleza de la sustancia obligó a activar el protocolo de manejo forense, siendo embalada y remitida a análisis especializados.

Esto abrió una segunda línea de investigación por presunto uso del comercio informal como fachada para el transporte de sustancias ilícitas.

El detenido intentó justificar su conducta, diciendo:

“Solo traía unas cocas para vender más barato. Aquí en Honduras la misma Coca-Cola cuesta más”.

No obstante, fue informado de sus derechos y detenido por suponerlo responsable del delito de contrabando, en perjuicio de la Hacienda Pública y la Seguridad Social del país.

Además, el hallazgo del posible estupefaciente complica aún más su situación jurídica.

El ciudadano fue trasladado bajo custodia a las oficinas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en Nacaome, Valle, donde quedó a disposición de la Fiscalía de Turno.

Las autoridades no descartan que el detenido forme parte de una red más amplia que utiliza productos de consumo cotidiano como camuflaje para operaciones ilícitas de menor escala, pero con alto impacto económico y social.